Nacho nació con espina bífida y no puede mover bien las piernas, por eso usa unos bastones para caminar. A otros amigos que nacieron con lo mismo, les pasan otras cosas. Dependiendo de si la herida está más abajo o más arriba en la columna, pueden perder movilidad en los dedos de los pies o en gran parte el cuerpo.
Este cuento está editado por la Fundación ONCE.